No es un secreto que el Tarot para sanar y cambiar tu vibra con terapia angelical es una práctica que ha sido utilizada durante años, esta práctica va de la mano con la videncia natural.
Lo antes conocido como clarividencia o visión del tercer ojo, ha pasado a ser un estudio de la parapsicología donde ahora es nombrada como tarot de la salud. Esto es el poder o don que tienen ciertas personas de poder ver energías ocultas al ojo humano común y poder tener un relato del pasado, presente y/o futuro de las personas a través de las cartas del tarot, sin necesidad que estas tengan que proporcionar la información desde el ámbito oral o escrito.
Así como también, información de cómo se encuentre una persona de salud, hechos sobre su salud o sanar con energías. Esta práctica suele nacer con la persona, como también es desarrollada o ignorada hasta el punto de perder el don de poder seguir viendo estas auras de sanación.
Una práctica milenaria
Desde la antigüedad, tanto el tarot como la clarividencia, fueron practicas utilizadas para poder ayudar a las comunidades con los problemas que los aquejaban, o para poder mantener un sustento de vida a cambio de comida, techo o alguna prenda que se pudiera poner para mantenerse con vida.
Hoy en día un Vidente sigue existiendo, y pasa a ser parte de los estudios de la parasicología estos aun buscan ayudar a las personas con sus dolencias y sus inquietudes de lo que les pueda preparar el futuro o sus inquietudes sobre su pasado, así como el paradero de algún familiar querido.
¿Se puede desarrollar este don?
Sí, todos tenemos este don escondido dentro de nosotros, pero el desarrollarlo implica estudio y concentración para poder llegar a despertarlo y proyectarlo.
Existen tribus y chamanes que suelen tener algún tipo de ritual donde para despertar este don llegan a consumir ciertas sustancias para poder llegar a tener una epifanía, a lo que el vidente puede inducir una proyección del futuro de la persona o sanar a la misma. De igual forma, se puede desarrollar al punto de controlarlo sin ningún tipo de estimulante, es algo que requiere practica y dedicación.
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